La Colegiata de San Pedro de Teverga es considerada una de las joyas del románico asturiano y una de las iglesias más destacadas de la región.

La construcción de la colegiata se remonta al siglo XIII, aunque existen evidencias de que en ese mismo lugar había una iglesia anterior. La edificación actual es de estilo románico, con elementos góticos añadidos en épocas posteriores.

El exterior de la colegiata destaca por su imponente fachada occidental, decorada con arquivoltas y tímpanos esculpidos. En ellos se representan escenas bíblicas y figuras religiosas, como el Pantocrátor y los apóstoles. Además, en la parte superior de la fachada se encuentra una impresionante espadaña.

En el interior de la colegiata, se pueden apreciar diferentes elementos arquitectónicos y artísticos de gran valor. Destaca el impresionante coro, de estilo gótico, decorado con tracerías y esculturas de santos. También se pueden admirar capiteles esculpidos y un retablo mayor barroco del siglo XVIII.

Uno de los aspectos más destacados de la Colegiata de San Pedro de Teverga es su pórtico sur, conocido como el «Pórtico de la Gloria». Este pórtico está decorado con una serie de arquivoltas y columnas que representan escenas bíblicas y figuras simbólicas.

La colegiata ha sufrido diversas restauraciones a lo largo de los siglos, pero ha logrado conservar gran parte de su esplendor original. Actualmente, es un importante lugar de culto y un atractivo turístico que atrae a visitantes interesados en la arquitectura románica y la historia religiosa de la región.

Pero lo que sin duda confiere a este lugar un atractivo nada atractivo son las conocidas como momias de Teverga, cadáveres incorruptos de los que se dice que están malditos.

Lope de Miranda y Ponce de León y Pedro Analso de Miranda. Esos son los dos nombres de las momias. Ambos formaban parte de la conocida Casa de los Miranda, que tenía hábitos de caballería y servían a la Corona. Sus títulos les permitían ejercer un control casi total sobre las tierras de Teverga, un poder que se dice que ambos ejercieron con crueldad. De hecho a la Casa de los Miranda se la conocía como los señores de horca y cuchillo.

La Colegiata de San Pedro combina el misterio que rodea a las momias de Teverga con la característica de ser un templo románico excepcional. Su inserción en un paraje natural como lo es el Parque Natural de Peña Ubiña-La Mesa, conectado a rutas tan célebres y su proximidad a los pueblos hacen que la visita a este rincón sea variada y curiosa. ¿Qué mejor para un fin de semana?

Visita Teverga, turismo de sensaciones.

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